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Expulsa gobierno de Baja California Sur a tarahumaras 'esclavizados'

El gobierno de Baja California Sur expulsó el sábado a los 92 jornaleros tarahumaras –incluidos 18 menores– que se encontraban en días pasados trabajando en condiciones infrahumanas, se dio a conocer.





Esta decisión se tomó luego de revelarse que los indígenas de Chihuahua eran explotados laboralmente en un rancho agrícola a donde fueron llevados, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

Las autoridades de Baja California Sur trasladaron anoche a los tarahumaras en ferry desde La Paz hasta Topolobampo, Sinaloa.

El grupo de tarahumaras se había negado a regresar a su estado de origen porque señalaban que aquí no tenían empleo, además de que manifestaron su interés de terminar el periodo para el que fueron contratados para el levantamiento de papa.

Los indígenas, junto con otros 100 jornaleros de otros estados del país, dormían a la intemperie en la tierra, no tenían agua potable ni las menores medidas de dignidad humana, dio a conocer la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

De acuerdo con Alfonso Navarrete, titular de la dependencia, los tarahumaras, entre los que había niños y mujeres, fueron reclutados en Creel por la empresa Corporativo El Cerezo Sociedad Agrícola, con domicilio en Guanajuato, y trasladados para trabajar en Comondú, Baja California Sur, en condiciones ilegales, insalubres y de miseria salarial.

Durante una inspección de la dependencia federal se detectaron 113 violaciones a la legislación laboral como condiciones inseguras e insalubres en el área de trabajo, falta de sanitarios y agua potable, falta de áreas adecuadas para la toma de alimentos, falta de equipo de protección personal.

El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua, José Luis Armendáriz, informó que a los tarahumaras recibían una paga de sólo 4 pesos por arpilla o costal de papas, lo que significa que tenían que llenar 16 arpillas para gana un salario mínimo.

Al respecto, José Luis García, secretario de Desarrollo Social del Estado de Chihuahua, dijo que son respetuosos de la decisión que tomó unilateralmente el Gobierno de Baja California Sur.

Aseguró que hoy recibirán en Topolobampo al grupo de indígenas y los trasladarán en camión o ferrocarril hasta sus comunidades, donde se les ofrecerá un empleo formal y servicio de guardería para los menores.

El funcionario dijo que Sedesol había ofrecido trabajo temporal para los jornaleros expulsados y fue la empresa La Norteñita la que ofreció ocupar a los mayores de edad y dar servicio de guardería a los menores, con todos los beneficios de ley y prestaciones que tienen sus empleados.

Aseguró que el gobernador César Duarte sigue pendiente de este caso y giró la instrucción de que una vez que los tarahumaras estén en Topolobampo traerlos a sus casas.

El funcionario dijo que este caso de explotación deja una experiencia importante y el compromiso de iniciar una campaña fuerte de prevención, para evitar que se repita en Chihuahua esa situación.

“La próxima vez que traten de sorprender a un trabajador agrícola el gobierno del Estado entrará con todo en su defensa”, advirtió.

Indicó que Duarte anunciará en los próximos días un programa en favor de los miles de jornaleros que llegan a la entidad en la temporada primavera-verano a diversas regiones de la entidad. El secretario de Desarrollo Social indicó que la Procuraduría General de la República siguió una denuncia iniciada por la dependencia federal en contra de quien resulte responsable de este caso y hay que esperar el resultado.

Con información de El Diario de Juárez

Anon Hispano

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